Jeison Quirós Aguirre tiene dos
pasiones: domar toros y caballos en su amado pueblo de Quebrada Amarilla en el
cantón de Garabito y subirse a un ring para practicar boxeo. Este joven de 14
años sueña con oro en esta nueva edición de Juegos Deportivos Nacionales, tal
como sucedió en 2018 cuando se coronó campeón en la categoría escolar. Ahora
llega en categoría cadete con un peso de 46 kilogramos, con más fuerza y una
motivación al máximo porque sabe a lo que va.
Es el único en su pueblo que se
dedica a boxear y dice sentir el apoyo de su gente, sobre todo de los hermanos
Retana, a quienes les ayuda en la finca con los caballos y toros.
“Martín y Carlos son amigos
míos, ellos me ven como si fuera un hijo, siempre los voy a ayudar con los
caballos, las vacas y los toros. Por ejemplo, me gusta ordeñar y montar a los
caballos trotadores. Claro al principio como todo uno se lleva algunos
sustillos como una patadita de la vaca y hasta he montado un ternero grande.
Esto me ha ayudado también a tener mi carácter en el ring”, destacó Quirós,
quien además tiene talento para narrar corridas de toros.
“Sí por un tiempo anduve con
cañero en los redondeles, agarraba el micrófono y luego me iba a recoger plata
a la gradería y si no podía hacerlo entonces me iba a la manga a amarrar toros
o a sacarlos del carro”.
Su entrenador, Francisco
Spangerberg lo llevó a los 8 años de edad a su academia de boxeo porque le vio
un gran talento que esperan irlo puliendo con el tiempo.
“Pancho era vecino mío entonces
él me dijo que si no le entraba a entrenar boxeo y yo le dije que sí. Desde los
8 practico y ahora me siento más fuerte y con la convicción de seguir ganando”.
Este martes Jeison debutó en
cadete y logró una victoria por 5-0 ante Johap Abarca de Pérez Zeledón que le
permite avanzar en la llave.
Por otro lado, en la sesión de
la tarde se disputaron 35 combates (dividido en dos cuadriláteros), este
miércoles volverá a la acción el boxeo a partir de las 11 horas en la Villa
Deportiva de Desamparados.
un agradecimiento a DT comunicación y al señor Alexander Loría
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