Magdiel Ramírez, un “Chibolo” muy querido


Su abuela fue la inspiración para dar vida al popular campesino
 Fotografía: Michelle González Desanti

Era viernes por la noche mientras caminaba con una amiga por el Boulevard Chino, frente a la iglesia de La Soledad, pensábamos en algo de ocio: ir a comer, al cine, o por un par de birritas. Al rato, ella me dijo- ¡ya sé! vamos al teatro, acá cerca queda el Lucho Barahona y están presentando Los Enredos de Juan Vainas dicen que es buenísima. Yo abrí mis ojos con una sonrisa y le dije-Claro, el teatro ¡me encanta!


A las 8 p.m., ya adentro sentados, mientras bebíamos gaseosa y comíamos palomitas. Se apagaron las luces y se abrió el telón, ¡fue demasiado divertida! sobre todo por un pequeño y sencillo personaje: Chibolo.




Fotografía: Roberto Brenes Zamora




Pero, ¿por qué Chibolo? Me pregunté, palabra que significa: cuerpo pequeño y esférico. Viéndolo bien, le queda como anillo al dedo, tal y como es el gracioso actor, llamado  fuera de su personaje  Magdiel Mauricio Ramírez López.

Este comediante de 43 años de edad, casado, padre de dos hijos, de signo géminis,  ha sacado la risa de miles de costarricenses por su simpático  y humilde hombrecito campesino. Pero quisiéramos conocer un poco más de tan singular actor.

Magdiel Ramírez Nació en el Hospital San Juan de Dios. En ese entonces  sus padres vivían en Barrio San José. A sus 5 años de edad se trasladan a vivir a la ciudad de Pavas, distrito de la capital. Allí  se crió hasta ser adulto, sin pasarle por su mente que algún día sería actor. 

A sus 20 años de edad, Magdiel se da cuenta que su vocación es el teatro, pues había comenzado a trabajar como clown (payaso) ocupación que le apasiona, y que lo lleva por un proceso empírico, tomando experiencia en la calle y por el cual  paso a experimentar distintas actividades relacionadas al arte,  haciendo pequeñas interpretaciones de actuación, trabajando en la radio y eventos especiales,  hasta que decide estudiar Artes Dramáticas en la UCR (Universidad de Costa Rica). Ya entonces profesional, el comediante decide llevar varios talleres a lo largo de su carrera, para seguir su aprendizaje.

“De niño quería ser médico, entré a la Universidad buscando medicina, pero con las  autopsias me di cuenta que no era lo mío, nunca me imaginé llegar a ser actor, de hecho, me acerque a la actuación de manera lúdica, con el asunto del payaso, fue más como un juego, más como un hobby, pasaron varios años para que decidiera  aprender de manera profesional  la carrera” dijo Ramírez.

Con 23 años de carrera “Chibolo” como la mayoría de personas lo reconocen,  ha actuado en unas 12 obras de teatro  hasta el momento, repitiendo algunas obras pasadas, esto debido a su gran demanda de trabajo en  eventos comerciales  que no son  tablas necesariamente.

También ha actuado  en varios Programas de TV como: Justos por pecadores, de Repretel, Juan vainas y Chibolo, de Canal 7 y algunos sketch dirigidos por Mauricio Astorga.


 


    Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo


El polifacético artista  ha participado en  el cortometraje  Tercer Mundo del director chileno  César Caro, quien hizo una colaboración costarricense , y  que venía formado para hacerlo película, convirtiéndose en el primer producto audiovisual  en el que participaba Ramírez “fue una experiencia única, ver el crop, las escenas, el montaje, ver como se filmaba, era un proceso que ignoraba” dijo.


Luego  tomó más experiencia en la película El lugar más feliz del mundo, de la directora Soley Bernal “Me gustaría  trabajar en más proyectos como estos, sobre todo hacer más cine, sin embargo, se me complica un poco por los horarios, casi no hago casting debido a la ocupación del teatro, sería una buena oportunidad para ponerse retos actorales, enfrentarse a diversos personajes” explicó el intérprete.


Para Magdiel, el arte de hacer cine y teatro difieren. Se declara apasionado del teatro porque, como la mayoría de actores  que trabajan sobre las tablas, la relación espectador-actor es un aliciente incomparable.  

“Hay gran diferencia entre teatro y cine, por eso hago más teatro que cine, porque tengo la devolución inmediata del público, porque se puede sentir su expresión, es una retroalimentación gracias a su reacción, es un ejercicio vivo, mientras que en el cine se le está actuando a la cámara, a una cierta cantidad de personas que están detrás de escena, debes estar repitiendo las escenas, se da una discontinuidad en la acción, hay que expresar diversas emociones y recordar cuál emoción hiciste en la escena pasada, tiene sus complicaciones. En el teatro el viaje de comunicación que hay entre los actores y los espectadores es fantástico”

La buena comunicación que lleva con el actor  Ricardo Jiménez (Juan Vainas), ha logrado que ambos compartan escenario desde hace varios años, gracias a su similitud en cuanto a la interpretación. “No se necesita muchas palabras para leerse, hay personas con la que se logra más empatía, con la que es fácil trabajar porque andan buscando la acción en escena sin figurar”. También afirmó que con otros actores ha trabajado esporádicamente, aun así le encanta actuar con Luis Miguel Sánchez y desearía compartir escenario con el actor Freddy Víquez.

Amante de películas con mensaje como: El club de la pelea y La vida es bella, lo han llevado admirar actores como Edward Norton, Brad Pitt, Roberto Benigni. Asimismo el nivel de compromiso en escena y su personificación de un Al Pacino  y  Robert De Niro.
“Son textos muy interesantes, muy inteligentes, la forma narrativa de la historia en El club de la pelea, me parece genial,  el viaje que hace uno como espectador, atando cabos y las sorpresas que genera al final. Pero sobre todo las actuaciones me parecen que son muy comprometidas. Y Roberto Benigni, simplemente ¡me encanta! sobre todo por la calidad humana que puedo leer en él, transmite cosas profundas, con lo que él ha construido, la historia habla mucho sobre el amor, sobre la humanidad, hay valores que me gustan mucho, y además lo toma de una herramienta muy poderosa,  que es el humor, como buen clown para mí”

Inquieto y medio detective, al artista le gusta que sus personajes varíen y así poder lograr interpretar diferentes papeles que para su gusto son clásicos interesantes, un Yago de William Shakespeare, Hamlet, Lorca, el cual sería un gran reto. Magdiel, está consciente que su personaje principal junto con Ricardo Jiménez lo beneficia bastante, pero a su vez lo privan de actuar en otros papeles u obras que le encantarían hacer incluyendo algunas que han hecho sus compañeros en el Teatro El Triciclo, además que por elección de elenco no se pueden dar.

“Me encantaría hacer la dama de negro”

Crear y dar vida a personajes como: Bienvenido Estrafalario, Chibolo, Basileo del valle, Chabetín, ha sido un proceso de estudio, investigación, observación, entendimiento, y práctica por parte del actor, es reencarnar en ellos o ellos en él.

Así como lo hizo con su personaje más popular Chibolo. Magdiel buscaba inspiración en su nuevo reto, mientras escuchaba un audio para la construcción de la voz, aparecía el personaje apodado “Pellejo Lora”, muy reconocido en pueblo guanacasteco, causándole mucha gracia y adueñándose de su forma de expresarse “una vez escuchándole a él hablar sobre una anécdota, de cómo le pusieron el nombre, hizo una entonación, que me gusto y me llamo la atención, y me apropie de ella, ¡eso papa! ese tonillo, cuando le pusieron el apodo, le gritaron ¡eso pellejo lora! y ese tono me gustó mucho para Chibolo, y lo tomé de ahí” contó Ramírez.

Sin embargo, esto sólo fue a nivel de construcción vocal, mucho del espíritu de este personaje  fue a partir de los recuerdos de su abuela materna, Herlinda López, campesina puriscaleña de San Juan de Puriscal, quien había emigrado  del campo a la ciudad, casi expulsada de su pueblo porqué había quedada embarazada, llegó a San José a trabajar para sobrevivir. Mujer casi analfabeta que debe salir adelante con su hija y tiene que formar un hogar, en un sin fin de luchas que no cambian a la campesina sencilla y servicial que era.
“Tenía dichos particulares como decir “Acuantá” ´”Acharita” ella era una dulzura de ser humano, muchas de las condiciones  la llevo a lavar y planchar ajeno para sobrevivir, entonces ya tenía  una condición de servicio, de servir a los demás , de manera que era una persona humilde, trabajadora, tenía un espíritu muy afable, alegre, y siento que uno debe ser así,  por ejemplo a mí no me da pena enseñar mis dientes a pesar de tenerlos torcidos, me parece que el personaje de Chibolo es muy honesto, y me ha enseñado a ser parecido, a no  tener miedo de ser como soy , aceptarme como soy”


   Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo



Por esa razón Magdiel asegura que la obra de Juan Vainas le encanta,  por la honestidad con que han montado el proyecto, ya que se puede ver reflejado las  costumbres, dichos costarricenses y tipos de campesino- tampoco digo que así es el campesino costarricense, aseveró, pero si es el tipo de personajes parecidos que uno se encuentra en las comunidades, y a Chibolo lo que le envidio como persona es la alegría que irradia, ese espíritu noble que tiene.

Este año tuvo la oportunidad de presentarse en Guatemala con La Banda Comunal de Orotina demostrando el talento costarricense,  también se presentó en U.S.A con Los enredos de Juan Vainas, y en España en una obra con el Teatro Universitario, llamada Adoleciendo, textos de Samuel Beckett y de Federico García Lorca,  teatro clásico.

Actualmente, se encuentran en negociaciones con Teletica canal 7, para La serie de Juan Vainas,  además, para el 2018 el actor quiere hacer junto con sus compañeros de elenco una gira más agresiva en comunidades, llevar el teatro a esos pueblos lejanos, y que cuente con las mejores condiciones, para que el público pueda deleitarse de la mejor manera, disfrutar y reír a carcajadas de sus aventuras.
“Queremos que se vea bien, que se escuche  bien, que el espectador este cómodamente sentado, propiciar espacios en la comunidad donde se pueda llevar el equipo necesario, plantear giras más grandes, mejor producidas, y con más impacto en las comunidades” aseguró Magdiel.
Para enero  se estará montando los 39 escalones nuevamente, obra que se presentó en el teatro el triciclo en San José, y también con la que se inauguró  la sala del Triciclo en  Escazú, sólo que esta vez se llevará al teatro Lucho Barahona, dicha obra tiene una variedad de convenciones teatrales, es una obra basada en la película de Alfred Hitchcock, que se hizo en una adaptación al teatro a partir del largometraje, éxito muy grande en Londres , y que desde entonces se ha diseminado por todo el mundo, causando un fenómeno taquillero- en la obra se hacen muchos personajes, sólo cuatro actores hacen casi 100 personajes en escena, y de la capacidad que tiene el teatro para imaginar cosas sin ni tan siquiera que estén ahí, como caminar en el techo de un tren, como ver un avión estrellarse. Mauricio Astorga, Ricardo Jiménez y  Sofía Chaverri serán parte del elenco.

El actor vive actualmente muy feliz en la provincia de Alajuela junto a su familia que es su apoyo incondicional, a la espera de nuevos retos y sorpresas que da la vida.




           Fotografía: Michelle González Desanti


¿Qué cree que le haga falta como actor o como profesional? ¿Hay algo que piense que debe mejorar o se siente pleno?

El arte implica un asunto de trabajo constante y de perfección , en mi caso debo  trabajar mi cuerpo para tener más control de él , ya estoy en los 40 y el cuerpo empieza a responder diferente, el aire es diferente, no es el caso de decir ya soy actor reconocido en el país y ahí me quedo, aprender más cosas, caracterizar, estar conscientes de  lo que pasa el ser humano en  las etapas de su vida, en todos los estratos sociales y en todas las condiciones, uno como actor es un ser que siempre debe de estudiar,  enfrentarse a los nuevos conocimientos, a cosas nuevas, porque en algún momento, por ejemplo, tendré que interpretar a un hacker de 40 años que padece de alguna enfermedad, algún doble de acción, o una mujer joven que acaba de dar a luz, cuando me metí en la actuación  nunca me imaginé hacer cosas que he hecho, esta profesión es como cualquier otra, como un médico que tiene que estar sabiendo cada vez más de anatomía , preguntarse cosas del ser humano siempre, qué es estar en los zapatos de una persona, de esa madre soltera, cuando soy hombre, tengo que meterme en los zapatos de esa madre.

¿Qué  divierte y qué enfada a Magdiel?

Me divierte el teatro, tome la decisión a los 20 años a dedicarme a esto, hacer de todo para sobrevivir, no solo papeles dramáticos, tuve que aprender a ser mimo, hacer títeres, radio, televisión, un actor para sobrevivir en Costa Rica con un mercado tan pequeño, tenés que diversificarte, aprender a cantar a escribir, de todo lo que se pueda.

Me disgusta cuando la gente no toma enserio la actuación, cuando se busca el divismo, cuando estoy haciendo una obra para lucirme e incluso hacerlo por encima de mis compañeros, eso no me  agrada. El teatro es un arte colectivo y no hay que perder conciencia, somos todos contando algo, tengo que tener sensibilidad para cuando entrar, en que momento decir, cuando callarme, en que tiempo  ceder mi lugar, cuando dejar que un personaje de un compañero brille, cuando tengo que brillar yo, son una serie de conciencias que van más allá, que tiene que ver con el trabajo colectivo.

Le gusta escribir para obras teatrales, ¿tiene pensado publicar algún libro?

Me gustaría escribir, escribo teatro para actuarlos, la escritura nació como una obligación de darme trabajo incluso, ayudar a mis compañeros con un personaje, he aprendido a escribir acción, y  me gustaría publicar más adelante.

¿Sólo se dedica  a actuar o hace otras cosas no relacionadas al arte?

Dedicado al arte por completo.

¿Qué le ha dejado el personaje de Chibolo?

Me catapultó a nivel mediático, quizás tenía seguidores a nivel teatral, pero era un público pequeño. En cambio con la TV el público crece, chibolo me ha dado fama,  aunque no es del todo lo que uno quiere, sin embargo me gusta ser querido, pero se pierde la privacidad, la fama no lo es todo, este personaje  ha sido  un canal que me permite acercarme a la gente, logra contagiarme a  mí mismo como persona y me permite ver la vida más sencilla, más relajada, de repente soy un poco estresado, perfeccionista, pero Chibolo ha logrado que enfrente  las  situaciones con más calma, y es una gran lección de vida.

¿Cómo hace Magdiel para crear un balance entre su trabajo y la familia?

Recibo un apoyo incondicional de mi familia, como actor es difícil dedicarse a la familia, contra reloj, no me tienen sábado y domingos que es cuando más trabajo, fechas como navidad, feriados, días festivos donde las personas pasan en familia, yo estoy trabajando. Pero el tiempo que me queda libre me dedico a disfrutarlo con ellos.
 
    Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo








Por: Roberto Brenes Zamora














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