Su abuela fue la
inspiración para dar vida al popular campesino
Fotografía: Michelle González Desanti
Era viernes por la noche mientras caminaba con una amiga por
el Boulevard Chino, frente a la iglesia de La Soledad, pensábamos en algo de
ocio: ir a comer, al cine, o por un par de birritas. Al rato, ella me dijo- ¡ya
sé! vamos al teatro, acá cerca queda el Lucho Barahona y están presentando Los Enredos de Juan Vainas dicen que es
buenísima. Yo abrí mis ojos con una sonrisa y le dije-Claro, el teatro ¡me
encanta!
A las 8 p.m., ya adentro sentados, mientras bebíamos gaseosa
y comíamos palomitas. Se apagaron las luces y se abrió el telón, ¡fue demasiado
divertida! sobre todo por un pequeño y sencillo personaje: Chibolo.
Pero, ¿por qué Chibolo? Me pregunté, palabra que significa:
cuerpo pequeño y esférico. Viéndolo bien, le queda como anillo al dedo, tal y
como es el gracioso actor, llamado
fuera de su personaje Magdiel
Mauricio Ramírez López.
A sus 20 años de edad, Magdiel se da cuenta que su vocación es
el teatro, pues había comenzado a trabajar como clown (payaso) ocupación que le
apasiona, y que lo lleva por un proceso empírico, tomando experiencia en la
calle y por el cual paso a experimentar distintas
actividades relacionadas al arte,
haciendo pequeñas interpretaciones de actuación, trabajando en la radio
y eventos especiales, hasta que decide
estudiar Artes Dramáticas en la UCR (Universidad de Costa Rica). Ya entonces
profesional, el comediante decide llevar varios talleres a lo largo de su
carrera, para seguir su aprendizaje.
Con 23 años de carrera “Chibolo” como la mayoría de personas lo reconocen, ha actuado en unas 12 obras de teatro hasta el momento, repitiendo algunas obras pasadas, esto debido a su gran demanda de trabajo en eventos comerciales que no son tablas necesariamente.
Este comediante de 43 años de edad, casado, padre de dos hijos, de
signo géminis, ha sacado la risa de
miles de costarricenses por su simpático
y humilde hombrecito campesino. Pero quisiéramos conocer un poco más de
tan singular actor.
Magdiel Ramírez Nació en el Hospital San Juan de Dios. En ese
entonces sus padres vivían en Barrio San
José. A sus 5 años de edad se trasladan a vivir a la ciudad de Pavas, distrito
de la capital. Allí se crió hasta ser
adulto, sin pasarle por su mente que algún día sería actor.
“De niño quería ser médico, entré a la Universidad buscando
medicina, pero con las autopsias me di
cuenta que no era lo mío, nunca me imaginé llegar a ser actor, de hecho, me
acerque a la actuación de manera lúdica, con el asunto del payaso, fue más como
un juego, más como un hobby, pasaron varios años para que decidiera aprender de manera profesional la carrera” dijo Ramírez.
Con 23 años de carrera “Chibolo” como la mayoría de personas lo reconocen, ha actuado en unas 12 obras de teatro hasta el momento, repitiendo algunas obras pasadas, esto debido a su gran demanda de trabajo en eventos comerciales que no son tablas necesariamente.
También ha actuado en
varios Programas de TV como: Justos por pecadores, de Repretel, Juan vainas y Chibolo,
de Canal 7 y algunos sketch dirigidos por Mauricio Astorga.
Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo
El polifacético artista ha participado en el cortometraje Tercer
Mundo del director chileno César
Caro, quien hizo una colaboración costarricense , y que venía formado para hacerlo película,
convirtiéndose en el primer producto audiovisual en el que participaba Ramírez “fue una experiencia única, ver el crop, las
escenas, el montaje, ver como se filmaba, era un proceso que ignoraba” dijo.
Luego tomó más
experiencia en la película El lugar más
feliz del mundo, de la directora Soley Bernal “Me gustaría trabajar en más
proyectos como estos, sobre todo hacer más cine, sin embargo, se me complica un
poco por los horarios, casi no hago casting debido a la ocupación del teatro, sería
una buena oportunidad para ponerse retos actorales, enfrentarse a diversos
personajes” explicó el intérprete.
Para Magdiel, el arte de hacer cine y teatro difieren. Se
declara apasionado del teatro porque, como la mayoría de actores que trabajan sobre las tablas, la relación espectador-actor
es un aliciente incomparable.
“Hay gran diferencia
entre teatro y cine, por eso hago más teatro que cine, porque tengo la
devolución inmediata del público, porque se puede sentir su expresión, es una
retroalimentación gracias a su reacción, es un ejercicio vivo, mientras que en
el cine se le está actuando a la cámara, a una cierta cantidad de personas que están
detrás de escena, debes estar repitiendo las escenas, se da una discontinuidad
en la acción, hay que expresar diversas emociones y recordar cuál emoción
hiciste en la escena pasada, tiene sus complicaciones. En el teatro el viaje de
comunicación que hay entre los actores y los espectadores es fantástico”
La buena comunicación que lleva con el actor Ricardo
Jiménez (Juan Vainas), ha logrado que ambos compartan escenario desde hace
varios años, gracias a su similitud en cuanto a la interpretación. “No se necesita muchas palabras para
leerse, hay personas con la que se logra más empatía, con la que es fácil
trabajar porque andan buscando la acción en escena sin figurar”. También
afirmó que con otros actores ha trabajado esporádicamente, aun así le encanta actuar
con Luis Miguel Sánchez y desearía compartir escenario con el actor Freddy
Víquez.
Amante de películas con mensaje como: El club de la pelea y
La vida es bella, lo han llevado admirar actores como Edward Norton, Brad Pitt,
Roberto Benigni. Asimismo el nivel de compromiso en escena y su personificación
de un Al Pacino y Robert De Niro.
“Son textos muy interesantes,
muy inteligentes, la forma narrativa de la historia en El club de la pelea, me
parece genial, el viaje que hace uno
como espectador, atando cabos y las sorpresas que genera al final. Pero sobre
todo las actuaciones me parecen que son muy comprometidas. Y Roberto Benigni,
simplemente ¡me encanta! sobre todo por la calidad humana que puedo leer en él,
transmite cosas profundas, con lo que él ha construido, la historia habla mucho
sobre el amor, sobre la humanidad, hay valores que me gustan mucho, y además lo
toma de una herramienta muy poderosa,
que es el humor, como buen clown para mí”
Inquieto y medio detective, al artista le gusta que sus
personajes varíen y así poder lograr interpretar diferentes papeles que para su gusto
son clásicos interesantes, un Yago
de William Shakespeare, Hamlet, Lorca, el cual sería un gran reto. Magdiel,
está consciente que su personaje principal junto con Ricardo Jiménez lo
beneficia bastante, pero a su vez lo privan de actuar en otros papeles u obras
que le encantarían hacer incluyendo algunas que han hecho sus compañeros en el
Teatro El Triciclo, además que por elección de elenco no se pueden dar.
“Me encantaría hacer la dama de negro”
Crear y dar vida a personajes como: Bienvenido Estrafalario,
Chibolo, Basileo del valle, Chabetín, ha sido un proceso de estudio,
investigación, observación, entendimiento, y práctica por parte del actor, es reencarnar
en ellos o ellos en él.
Así como lo hizo con su personaje más popular Chibolo. Magdiel
buscaba inspiración en su nuevo reto, mientras escuchaba un audio para la
construcción de la voz, aparecía el personaje apodado “Pellejo Lora”, muy
reconocido en pueblo guanacasteco, causándole mucha gracia y adueñándose de su
forma de expresarse “una vez
escuchándole a él hablar sobre una anécdota, de cómo le pusieron el nombre,
hizo una entonación, que me gusto y me llamo la atención, y me apropie de ella,
¡eso papa! ese tonillo, cuando le pusieron el apodo, le gritaron ¡eso pellejo
lora! y ese tono me gustó mucho para Chibolo, y lo tomé de ahí” contó
Ramírez.
Sin embargo, esto sólo fue a nivel de construcción vocal,
mucho del espíritu de este personaje fue
a partir de los recuerdos de su abuela materna, Herlinda López, campesina
puriscaleña de San Juan de Puriscal, quien había emigrado del campo a la ciudad, casi expulsada de su
pueblo porqué había quedada embarazada, llegó a San José a trabajar para
sobrevivir. Mujer casi analfabeta que debe salir adelante con su hija y tiene
que formar un hogar, en un sin fin de luchas que no cambian a la campesina sencilla
y servicial que era.
“Tenía dichos particulares
como decir “Acuantá” ´”Acharita” ella era una dulzura de ser humano, muchas de
las condiciones la llevo a lavar y
planchar ajeno para sobrevivir, entonces ya tenía una condición de servicio, de servir a los
demás , de manera que era una persona humilde, trabajadora, tenía un espíritu
muy afable, alegre, y siento que uno debe ser así, por ejemplo a mí no me da pena enseñar mis
dientes a pesar de tenerlos torcidos, me parece que el personaje de Chibolo es
muy honesto, y me ha enseñado a ser parecido, a no tener miedo de ser como soy , aceptarme como
soy”
Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo
Por esa razón Magdiel asegura que la obra de Juan Vainas le
encanta, por la honestidad con que han
montado el proyecto, ya que se puede ver reflejado las costumbres, dichos costarricenses y tipos de
campesino- tampoco digo que así es el
campesino costarricense, aseveró, pero si es el tipo de personajes parecidos que
uno se encuentra en las comunidades, y a Chibolo lo que le envidio como persona
es la alegría que irradia, ese espíritu noble que tiene.
Este año tuvo la oportunidad de presentarse en Guatemala con
La Banda Comunal de Orotina demostrando el talento costarricense, también se presentó en U.S.A con Los enredos
de Juan Vainas, y en España en una obra con el Teatro Universitario, llamada Adoleciendo,
textos de Samuel Beckett y de Federico García Lorca, teatro clásico.
Actualmente, se encuentran en negociaciones con Teletica canal
7, para La serie de Juan Vainas, además,
para el 2018 el actor quiere hacer junto con sus compañeros de elenco una gira
más agresiva en comunidades, llevar el teatro a esos pueblos lejanos, y que
cuente con las mejores condiciones, para que el público pueda deleitarse de la
mejor manera, disfrutar y reír a carcajadas de sus aventuras.
“Queremos que se vea bien,
que se escuche bien, que el espectador
este cómodamente sentado, propiciar espacios en la comunidad donde se pueda
llevar el equipo necesario, plantear giras más grandes, mejor producidas, y con
más impacto en las comunidades” aseguró Magdiel.
Para enero se estará
montando los 39 escalones nuevamente, obra que se presentó en el teatro el
triciclo en San José, y también con la que se inauguró la sala del Triciclo en Escazú, sólo que esta vez se llevará al teatro
Lucho Barahona, dicha obra tiene una variedad de convenciones teatrales, es una
obra basada en la película de Alfred Hitchcock, que se hizo en una adaptación al
teatro a partir del largometraje, éxito muy grande en Londres , y que desde
entonces se ha diseminado por todo el mundo, causando un fenómeno taquillero- en la obra se hacen muchos personajes, sólo
cuatro actores hacen casi 100 personajes en escena, y de la capacidad que tiene
el teatro para imaginar cosas sin ni tan siquiera que estén ahí, como caminar
en el techo de un tren, como ver un avión estrellarse. Mauricio Astorga,
Ricardo Jiménez y Sofía Chaverri serán
parte del elenco.
El actor vive actualmente muy feliz en la provincia de
Alajuela junto a su familia que es su apoyo incondicional, a la espera de
nuevos retos y sorpresas que da la vida.
Fotografía: Michelle González Desanti
¿Qué cree que le haga
falta como actor o como profesional? ¿Hay algo que piense que debe mejorar o se
siente pleno?
El arte implica un asunto de trabajo constante y de
perfección , en mi caso debo trabajar mi
cuerpo para tener más control de él , ya estoy en los 40 y el cuerpo empieza a
responder diferente, el aire es diferente, no es el caso de decir ya soy actor
reconocido en el país y ahí me quedo, aprender más cosas, caracterizar, estar
conscientes de lo que pasa el ser humano
en las etapas de su vida, en todos los
estratos sociales y en todas las condiciones, uno como actor es un ser que
siempre debe de estudiar, enfrentarse a
los nuevos conocimientos, a cosas nuevas, porque en algún momento, por ejemplo,
tendré que interpretar a un hacker de 40 años que padece de alguna enfermedad,
algún doble de acción, o una mujer joven que acaba de dar a luz, cuando me metí
en la actuación nunca me imaginé hacer
cosas que he hecho, esta profesión es como cualquier otra, como un médico que
tiene que estar sabiendo cada vez más de anatomía , preguntarse cosas del ser
humano siempre, qué es estar en los zapatos de una persona, de esa madre
soltera, cuando soy hombre, tengo que meterme en los zapatos de esa madre.
¿Qué divierte y qué enfada a Magdiel?
Me divierte el teatro, tome la decisión a los 20 años a
dedicarme a esto, hacer de todo para sobrevivir, no solo papeles dramáticos,
tuve que aprender a ser mimo, hacer títeres, radio, televisión, un actor para
sobrevivir en Costa Rica con un mercado tan pequeño, tenés que diversificarte,
aprender a cantar a escribir, de todo lo que se pueda.
Me disgusta cuando la gente no
toma enserio la actuación, cuando se busca el divismo, cuando estoy haciendo
una obra para lucirme e incluso hacerlo por encima de mis compañeros, eso no
me agrada. El teatro es un arte
colectivo y no hay que perder conciencia, somos todos contando algo, tengo que
tener sensibilidad para cuando entrar, en que momento decir, cuando callarme,
en que tiempo ceder mi lugar, cuando
dejar que un personaje de un compañero brille, cuando tengo que brillar yo, son
una serie de conciencias que van más allá, que tiene que ver con el trabajo
colectivo.
Le gusta escribir para obras teatrales, ¿tiene pensado publicar algún
libro?
Me gustaría escribir, escribo
teatro para actuarlos, la escritura nació como una obligación de darme trabajo
incluso, ayudar a mis compañeros con un personaje, he aprendido a escribir
acción, y me gustaría publicar más
adelante.
¿Sólo se dedica a actuar o hace otras cosas no relacionadas
al arte?
Dedicado al arte por completo.
¿Qué le ha dejado el
personaje de Chibolo?
Me catapultó a nivel mediático, quizás
tenía seguidores a nivel teatral, pero era un público pequeño. En cambio con la
TV el público crece, chibolo me ha dado fama,
aunque no es del todo lo que uno quiere, sin embargo me gusta ser
querido, pero se pierde la privacidad, la fama no lo es todo, este
personaje ha sido un canal que me permite acercarme a la gente,
logra contagiarme a mí mismo como
persona y me permite ver la vida más sencilla, más relajada, de repente soy un
poco estresado, perfeccionista, pero Chibolo ha logrado que enfrente las
situaciones con más calma, y es una gran lección de vida.
¿Cómo hace Magdiel
para crear un balance entre su trabajo y la familia?
Recibo un apoyo incondicional de
mi familia, como actor es difícil dedicarse a la familia, contra reloj, no me
tienen sábado y domingos que es cuando más trabajo, fechas como navidad,
feriados, días festivos donde las personas pasan en familia, yo estoy
trabajando. Pero el tiempo que me queda libre me dedico a disfrutarlo con
ellos.
Fotografía: Cortesía Teatro el Triciclo
Por: Roberto Brenes Zamora
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