Gracias a Casa Cultural Amón, cuatro jóvenes estudiantes realizaron su primer cortometraje nacional llamado Sara: dos rostros, una mente. Dicha trama trata de una joven que a razón de la culpa que invade su corazón por la accidental muerte de su padre, termina trastornada, sin superar aquel día en que su vida se volvió un infierno, viendo el espíritu de su padre por siempre.
Las tomas fueron realizadas en una finca de Sarchí, Alajuela, con muy bajo presupuesto, sin embargo, el sueño de estos alumnos no termina y su mayor deseo es que su corto pueda sobresalir junto con otros cortos ya publicados.
Por: Roberto Brenes Zamora
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